Juan Carlos Cárdenes. (*) ASSOPRESS
Hace unos días tuve que ir al médico para asuntos de tipo más bien mecánico, revisión y puesta a punto, y en esto se cruzan dos conocidos, uno ya de edad avanzada y guardando las distancias administrativas, se saludan como es de buenas costumbres:
D. Luis, me alegro mucho de verlo, cómo se encuentra.
Estoy «afotingado«, pero de buen humor y mejor ánimo.
A determinadas edades cuando los placeres de la vida, devienen en pausados y plácidos, se aprende a ser recompensado con poco, buena música, lectura, paseos, armonía familiar, buena mesa y a todo esto se suma la obligación y derecho a hacer lo razonable y acostumbrado para tener el cuerpo limpio y sano, no debemos olvidar que jubilación viene de júbilo que significa alegría.
Había oído «desviolinado» pero no «afotingado», ambas expresiones tienen buen humor y retranca. Son expresiones caribeñas y canarias, con significado similar.
Me recuerda aquella expresión, que hace años que no oigo:
¿Cómo está D. Fernando?, Vd es un hombre de «buena tea«, todavía camina como un «Longines«.
(*) Licenciado en Derecho. Máster Universidad de Las Palmas.